DESCRIPCIÓN
El adulto es un pequeño coleóptero escolítido, de 2 – 2,5 mm de longitud, cuerpo cilíndrico y color pardo oscuro. Las hembras depositan los huevos en el interior de galerías bajo la corteza, siendo éstos de color blanco amarillento y forma ovalada, de aproximadamente 0,75 x 0,5 mm.
Las larvas son ápodas, con el cuerpo arqueado. Su color es blanco, carecen de ojos y pueden llegar a medir más de 3.5 mm. Tienen potentes mandíbulas con la que excavan una galería en dirección perpendicular a la efectuada por los progenitores.
CICLO BIOLOGICO
Pasan el invierno en estado adulto, refugiados en pequeñas galerías excavadas en las inserciones de las hojas, los frutos o las ramas pequeñas. A finales de esta estación y coincidiendo generalmente con la poda del olivar, los adultos se dirigen hacia los restos de poda, donde realizarán la puesta. Tienen preferencia por las ramas de un calibre mediano, de 5 a 10 cm y ni recién cortada ni excesivamente secas, prefiriendo las partes sombreadas. Estas características también se pueden encontrar en árboles en pie de olivares marginales o con problemas de encharcamiento o excesiva sequía, al igual que en ramas partidas o desgajadas.
Practican una galería subcortical a izquierda y derecha del orificio de entrada a partir de una pequeña cámara nupcial. Los huevos son depositados a uno y otro lado a lo largo de la galería de puesta, en número variable que puede ir de 50 a más de 100. Posteriormente los tapan con una amalgama de serrín y saliva. En el orificio de entrada se observa la emisión de serrín que delata la actividad de la pareja.
Las larvas se alimentan de la madera, practicando unas galerías perpendiculares a la de puesta, pupando en su interior y emergiendo los adultos después de 40 a 60 días, generalmente entre finales de mayo y julio. Se dirigen hacia los olivares próximos para alimentarse y, como norma, estos adultos pasarán el invierno, originando el ataque de la primavera siguiente. En general debe hablarse de una generación anual, si bien pueden producirse otras cuando se dan las condiciones citadas.
DAÑOS
Los árboles debilitados que sufren el ataque severo de las larvas de este escolítido tienen menos posibilidades de recuperación llegando a provocar su muerte.
El daño más grave se debe a las galerías de alimentación de los adultos las cuales provocan la seca y posterior caída de hojas, frutos y ramitas productivas, con lo que afecta la cosecha de años sucesivos y el desarrollo vegetativo del árbol es deficiente. La localización de los daños se concentran en las proximidades de poblaciones y cortijos donde se almacena la leña de poda.
REGULACIÓN DE LAS POBLACIONES
Entre los enemigos naturales cuenta con varias especies de himenópteros parásitos destacando Cheiropachus quadrum, Rhaphitelus maculatus, Cerocephala eccoptogastri y Eurytoma morio.
SEGUIMIENTO DE LAS POBLACIONES
– Para realizar el seguimiento de las poblaciones, se colocarán a principios de primavera troncos-cebo al pie de los olivos y se retirarán antes de la salida de los nuevos adultos (Mayo). Observación que nos ayudará a determinar el momento de tratamiento de los nuevos adultos.
– Para determinar si hay que tratar se contará el porcentaje de brotes atacados con barrenillos vivos. Se observarán 10 brotes por árbol en 25 árboles tomados al azar durante el período de salida de los nuevos adultos.
ESTRATEGIA DE LUCHA
Las medidas de control deben estar ligadas al ciclo biológico del insecto. Realizar la poda en el momento de máxima actividad reproductora del insecto puede servir como estrategia de captura masiva de adultos, siempre y cuando la leña sea destruida antes de la emergencia de la nueva generación o retirada y guardada donde los insectos no puedan salir del lugar del almacenamiento (Orden de la C.A.P. de 2-11-81). Del mismo modo, también se pueden mantener palos-cebo de febrero a abril, en lugares sombreados, con objeto de que no se sequen demasiado y sigan siendo atractivos para realizar la puesta. En mayo, antes de que se produzca la salida de adultos, se procederá a su destrucción.
El control será necesario en caso de ataques severos, más del 10% de brotes con adultos vivos, en cuyo caso se tratarán éstos en el momento en que se haya producido la salida de verano, mediante pulverizaciones con productos organofosforados.
En caso de recurrir a los tratamientos químicos, se utilizarán las materias activas autorizadas.